Más de 6,800 viajeros internacionales han sido evaluados para COVID-19 como parte del programa piloto de pruebas fronterizas voluntarias y gratuitas del gobierno de Ontario en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto. Este programa se implementó para ayudar a identificar rápidamente y detener la propagación de COVID-19 en la provincia.
A pesar de este progreso constante, la provincia está pidiendo al Gobierno Federal que tome más medidas para proteger la frontera, incluidas las pruebas obligatorias de todos los pasajeros internacionales entrantes y una prohibición temporal de los vuelos directos desde países donde se detectan nuevas variantes.
"Si bien hemos logrado un progreso constante a través de este programa piloto, miles de personas continúan pasando por Pearson todas las semanas sin hacerse la prueba, lo que crea un riesgo real para todos los habitantes de Ontario", dijo Premier Doug Ford en rueda de prensa el pasado martes.
"Es por eso que, además de las pruebas previas a la salida, le pedimos al gobierno federal que adopte las pruebas obligatorias a la llegada para todos los viajeros internacionales e imponga una prohibición temporal a los vuelos procedentes de países donde se detecten nuevas cepas de COVID-19", complementó.
El 6 de enero, Ontario comenzó a ofrecer pruebas de COVID-19 en el aeropuerto Pearson para los viajeros internacionales entrantes que se quedan en la provincia durante al menos 14 días. Desde su lanzamiento, se han recopilado más de 6.800 pruebas. De los participantes que han recibido resultados confirmados de un laboratorio de Ontario, 146 casos, o el 2,26%, dieron positivo. Datos recientes muestran que el 1.8% de todos los casos de COVID están relacionados con viajes internacionales.