"Nueva propuesta de ley de inmigración podría separar a las familias", asegura Collen Finch, miembro de la ‘Coalición’

Toronto · Publicado el: 7 mayo, 2012

El polémico proyecto de ley c-31 continúa generando diversas y controversiales opiniones en diferentes sectores políticos del país. La mayoría de instituciones y agrupaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes en Canadá consideran a este proyecto como la más grande amenaza para todos aquellos que soñaron con vivir la tan ansiada “experiencia canadiense”.

Diferentes grupos han hecho sentir su voz de protesta frente a esta medida que aseguran atropellarán sin ninguna contemplación sus derechos. Este es el caso de los integrantes de la “Coalición” (integrada por Amnistía Internacional, La Asociación Canadiense de Abogados de los Refugiados, La Asociación Canadiense de Libertad Civil, El Consejo Canadiense para los Refugiados) quienes han iniciado diversas medidas para hacer que el parlamento vuelva a considerar su posición y deje sin efecto este proyecto.

A continuación les dejamos un artículo escrito por Colleen French, miembro del Consejo Canadiense de Refugiados, que busca ahondar sobre las consecuencias y las repercusiones que podría traer la ley c-31 en caso de ser aprobada por el Parlamento.  

Nueva propuesta de ley de inmigración podría separar a las familias

El Gobierno federal propuso un nuevo proyecto de ley que mantendrá separadas a las familias refugiadas, incluso si necesitan la protección de Canadá. Esta nueva ley le daría al Ministro de la Seguridad Pública amplios poderes para « designar » grupos de dos o más extranjeros en busca de refugio en Canadá, si sospecha que un traficante de personas estuvo involucrado.

¿Qué significa esto? Si el Ministro decide que las personas que están buscando refugio son « llegadas irregulares » estas son las consecuencias:

• Serán puestos en detención por lo menos por 12 meses, si tienen 16 años o más.

• Los niños menores de 16 años que acompañen a sus padres tendrán que enfrentarse a una decisión muy difícil: ser enviados bajo la tutela del Estado a una familia de acogida en un país nuevo y extranjero     o quedarse con sus padres en detención.

• Aún si son aceptados como refugiados, se les será negada la residencia permanente por al menos cinco años, prohibiéndoles que apliquen para la reunificación familiar y sin poder salir de Canadá por cualquier motivo.

Ahora, imagínese que usted es Rosa o Rahima o Ruth. Que con la ayuda de amigos que le pagaron a un traficante, logró escapar de las amenazas de muerte de un grupo en su país de origen, pero tuvo que dejar a sus hijos de 3 y 5 años. El viaje es muy peligroso para niños pequeños y es mejor que se queden a salvo con sus abuelos. Usted llega a la frontera canadiense con un pequeño grupo de personas que no conoce y que le pagaron a la misma persona y todos ustedes piden el estatuto de refugiados en Canadá.

Si esta nueva ley pasa, usted y esas personas podrían ser un grupo « designado ». Usted y esas personas serían puestas en detención por al menos un año.

Puede ser que sea aceptada como refugiada en Canadá por razones que tendrá que describirle a un oficial. Este oficial juzgará si su historia entra dentro de la definición  de protección a los refugiados de Canadá. Según las estadísticas, usted tiene 48% de probabilidades de serlo. Si esta decisión sucede en el primer año de su estancia en Canadá, tendrá que esperar al menos otros cinco años para aplicar para que pueda volver a reunirse con sus hijos. Bajo las circunstancias actuales de procesos de reunificación, le tomará otros dos a tres años antes de que su familia pueda venir.

Entre tanto, sus hijos habrán empezado y terminado la escuela primaria. Sus padres pueden haberse enfermado o vuelto demasiado mayores como para cuidar de sus hijos. Sus hijos incluso pueden haberse vuelto el objeto de las amenazas o de la violencia que hicieron que usted tuviera que huir. Si el proyecto de ley C-31, que ahora está en estudio en el Parlamento, es aceptado, no habría manera  más rápida que esta para que usted y su familia sean protegidos y empiecen una nueva vida en Canadá.

Por el momento hay una manera más rápida: que el Gobierno se retracté de la ley C-31 y se asegure que Canadá sea justo con las familias de refugiados. Con un Gobierno que predica los valores familiares, esto es simplemente lo correcto.

Cualquiera que se preocupe por los cambios propuestos a la ley Canadiense de Inmigración, puede contactar a su Diputado Federal y hacerle saber que se opone a este proyecto de ley, conocido como C-31. El Gobierno y el Ministro de la Inmigración están buscando pasar esta ley a través del Parlamento lo más rápido posible. Si lo logran podría empezar a aplicarse el 29 de junio del 2012.

 

Publicado: 07 de mayo, 2012.
Texto: Collen Finch, Miembro del Consejo Canadiense de Refugiados

 

 

Etiquetado en: inmigracion ley c-31 bill c-31
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