La perfecta mezcla entre música clásica y clásicos de la música latina se dieron cita el pasado jueves 28 de noviembre en el Trinity-St Paul's United Church en Toronto. Todo esto, a cargo del talentoso tenor de origen ecuatoriano Rómulo Delgado.
Como un homenaje a los doscientos años del nacimiento del compositor italiano Giuseppe Verdi, el evento, llamada de hecho “Viva Verdi”, mostró selecciones de sus obras más importantes como Macbeth, La Traviata, Don Carlo, Il Trovatore y Rigoletto.
De esta última obra, las más aplaudidas fueron la conocida “La Donna e Mobile” y el acto final, conocido también como el “cuarteto de Rigoletto.”
La segunda parte, inesperada para muchos de los asistentes, fue un cuadro de boleros, tangos, rancheras y otros clásicos de la música latinoamericana desde “Contigo en la Distancia,” y “Granada,” hasta la moderna “Como Quien Pierde una Estrella.” Las ovaciones se sucedieron una tras otra.
Rómulo, quien actualmente se encuentra en una difícil situación de su pequeño Rafael, de solo cinco meses de edad, quien se encuentra hospitalizado casi todos los días desde que nació aquejado por una poco común enfermedad. Pero él dice estar muy contento por haberse dado el tiempo de organizar este concierto, con el objetivo de acercar a la comunidad latina a eventos de este tipo.
“No es común para los nosotros los hispanos el encontrarse con el mundo lírico, y también para las personas que conocen el mundo lírico no es común encontrarse con la música latina que es hermosa,” dijo Delgado.
Federico Palacios, organizador del evento, dijo a Torontohispano.com que “bueno, con Rómulo queríamos traer a Verdi, aprovechando la fecha de su nacimiento, y algo de música latina a toda la gente de Toronto. Se comenzó a organizar hace un mes, y también como parte de la situación que Rómulo está viviendo con su hijo, es una forma de ayudarse con su carrera, con lo que él hace. Y de ahí surgió la idea, porque él con su esposa estan ocupados atendiendo al bebe todo el tiempo.”
Tanto Rómulo como Margarita, su esposa, se apoyan en su fe en Dios y el “gran apoyo” que dicen, les ha brindado la parroquia donde asisten.
“Nosotros creemos firmemente que tener fe es no pedir que el problema desaparezca, sino pedir que Dios le de la fuerza a uno para atravesar sobre el problema,” dijo Romulo.
La última canción de la primera parte del concierto, el clasico “Nessun Dorma,” fue dedicado por Delgado a “mi hijo Rafael, la persona más fuerte que jamás he conocido”. El clásico contiene al final el siguiente verso:
¡Noche, disípate!
¡Pónganse las estrellas!
¡Pónganse las estrellas!
¡Al alba venceré!
¡Venceré, venceré!
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