Más farándula y menos democracia, en estas elecciones municipales

Tres razones por las cuales falla rotundamente el sistema electoral en la ciudad de Toronto
Toronto · Publicado el: 15 octubre, 2014

A tan sólo dos semanas de las elecciones municipales en Toronto, estoy completamente desilusionado con nuestra percepción de unas elecciones justas y democráticas. Voy a tratar de ser lo más conciso posible durante este artículo porque creo que es muy importante entender claramente los problemas claves de la comunidad y la participación política. Desde el comienzo de las elecciones ha habido más de 60 candidatos para la alcaldía de Toronto, incluyendo la grosera substitución de Doug Ford por su hermano Rob, quien se retiró de la carrera por cuestiones de salud. Dentro de estos 60 candidatos, hay gente que ha presentado y ha propuesto ideas serias y valiosas para los residentes de Toronto, con una visión a futuro de la ciudad y un claro entendimiento del proceso burocrático.

Uno de ellos es Ari Goldkind, un candidato que trae una propuesta extremadamente interesante y profunda, y quien me ha impresionado mucho en los últimos meses. Lamentablemente, tal cómo opera el sistema a día de hoy, es casi imposible tener una competencia justa, participativa y democrática. Por ejemplo, los que apoyamos a Ari hemos tratado de introducirlo en los debates, ¡pero ha sido una tarea casi imposible! En los 10 debates que ha participado, de los más de 50 debates que ha habido, Ari ha elevado y enriquecido el nivel de la discusión y ha presionado a los otros candidatos a responder temas que ellos constantemente tratan de evitar. Sin embargo, aun con este precedente de éxito en los debates y del gran interés que él ha generado después de su participación, los organizadores de los debates restantes le siguen cerrando las puertas por miedo a que los otros candidatos decidan no participar. En especial, Doug Ford, quien ha dicho públicamente que si Ari es invitado a un debate, él se retirará del evento, ¿¡no sé quién es Doug Ford para dictar cómo funciona la democracia!? Pero cómo residentes, ¿cómo podemos tomar una decisión informada, si las propias entidades cívicas que organizan estos debates se niegan a presentar todas las opciones a los votantes? - es paradójico. 

Yo creo que estás son las tres razones principales por las cuales falla el sistema electoral en Toronto rotundamente:

Promesas políticas que vienen a cambio de fondos y favores durante la campaña

Yo creo fundamentalmente que recaudar más de un millón de Dólares para una campaña política es algo completamente absurdo en el 2014 (ese es el tipo de cifras que recaudan candidatos como Chow o Tory). Creo que la noción de que las campañas políticas tengan que convertirse en proyectos multimillonarios, es completamente absurda, representa un asalto a la democracia y es uno de los principales problemas con nuestro sistema político. Hoy en día, con el acceso casi universal que tenemos a la información, ya no hay necesidad de gastar cientos de miles de Dólares en decenas de salarios del personal de campaña, comerciales de televisión, y hasta camiones para movilizar a los voluntarios. Lo importante para el votante, es tener acceso a la información acerca de la posición que los candidatos tienen con respecto a los temas de mayor prioridad en la municipalidad, su experiencia profesional, y su demostración de liderazgo, ¡eso es todo! No hay necesidad de convertir las elecciones en un circo mediático que tiene más de farándula, que de política.

Los candidatos que lideran las encuestas, quienes son políticos de carrera o individuos que han estado constantemente buscando posiciones de poder, tienen una larga lista de contactos que donan fondos a sus campañas, pero que casi siempre tienen intereses particulares de por medio. Después de haber seguido muy de cerca estas elecciones municipales en los últimos meses, puedo ver muy claramente que estos candidatos dan muchas respuestas ambiguas y no se quieren comprometer a proyectos a largo plazo que sean la fundación principal para el crecimiento de esta ciudad en las próximas décadas. ¿Por qué será?, ¿favores a sus donantes?, ¿acuerdos por debajo de la mesa?, ¿quién sabe?, pero está claro que este formato de aceptar que las campañas políticas se conviertan en máquinas generadoras de capital, termina hasta manchando la integridad y credibilidad de los propios candidatos.

Los medios de comunicación son los principales cómplices

Lamentablemente, los medios de comunicación, quienes son los que tienen la labor de informar al público, son los primeros en hacer de la política, otra fuente más de farándula y chisme. El ejemplo perfecto es la cobertura que los medios le han dado al actual alcalde desde que estalló el escándalo del primer video, donde el alcalde, supuestamente, sale fumando crack. Desde ese momento, los medios no han dejado de acosar a Rob Ford a donde quiera que él vaya, sólo porque esas noticias amarillistas, de ver como una figura pública se desmorona en su propia tragedia, venden más periódicos y más publicidad. Es realmente lamentable, porque mientras los medios se ocupan de convertir a Toronto en una telenovela, los verdaderos problemas que la ciudad tiene que afrontar se ven completamente olvidados.

Desafortunadamente, durante las elecciones sucede exactamente lo mismo. Los medios de comunicación sólo cubren la participación de aquellos candidatos que son más “conocidos”, pero no necesariamente más capacitados para ser el próximo alcalde, sólo porque hablar de estos candidatos genera más interés público. Ese no es el punto del periodismo político, por el contrario, los medios de comunicación deberían ser los primeros que presenten los contrastes entre diferentes candidatos con el objetivo de informar al ciudadano para que vote responsablemente.

¿Para qué necesitamos todas estas encuestas antes de las elecciones?

Este tema de las encuestas realizadas durante los meses previos a las elecciones, son otra completa farsa. La única “encuesta” que realmente cuenta, ¡es el sufragio!, nada más.  Lo único que hacen estas encuestas, producidas por organizaciones independientes, es generar controversia y confundir al votante. Lo que generan es que el ciudadano se vea presionado a votar estratégicamente, cómo está sucediendo en estas elecciones con John Tory. Mucha gente dice que votará por Tory, sólo para que no gane Ford, ¡eso me parece completamente ilógico!, ¿cuál es el propósito de participar en el proceso político, si a la final de cuentas uno vota por alguien que no representa sus intereses y su visión de la ciudad? Es más, estas encuestas no sólo confunden al votante, pero también aíslan al resto de candidatos que no tienen cientos de miles en el banco para hacer propaganda cada hora del día. En lugar de ayudar y generar más interés por el proceso electoral, estas encuestas excluyen otros candidatos con diferentes puntos de vista, y resaltan a los candidatos famosos que son los mismos de siempre con las mismas ideas de siempre.

Mi visión de un proceso electoral transparente, justo, participativo y democrático es muy sencilla. Lo primero que haría es establecer reglas muy estrictas con respecto a la recaudación de fondos para la campaña, en especial, poner un tope muy agresivo para el total de fondos que pueden ser destinados a una propuesta política. Segundo, tuviera una plataforma interactiva y accesible para todos los ciudadanos de Toronto donde los candidatos puedan exponer sus ideas, plantear su propuestas y hasta responder preguntas de los ciudadanos. Tercero, mediante la municipalidad, me encargaría de publicitar esta plataforma para que los ciudadanos se enteren del proceso electoral y entiendan como utilizar los mecanismos de información y participación. Cuarto, establecería métricas transparentes y públicas para medir la popularidad de cada candidato con forme progresa la campaña electoral. Quinto, daría la oportunidad para que todos los candidatos se comuniquen con los votantes, pero con forme avanza el proceso hacia la elección, implementaría un mecanismo de “eliminación” en base al apoyo popular que hayan recibido los candidatos hasta ese momento.

Esta propuesta puede sonar un tanto utópica, ya que siempre hemos estado acostumbrados a ver carrozas de campaña y grandes caravanas de decenas de carros tomándose las calles enteras para apoyar a un político, pero yo realmente creo que es momento de cambiar ese proceso y hacerlo más transparente y democrático. Cómo latinoamericanos, deberíamos empatizar con este concepto aún más, ya que en países como Venezuela el partido oficialista hasta utiliza medios del estado para hacer campaña. Ese estilo de política no es el de informar al ciudadano, ¡sino el de manipular al ciudadano! Creo que es el momento de realmente reformar nuestros procesos electorales, y qué mejor manera que empezar por un país y una ciudad desarrollada y próspera cómo Toronto, ¡para dar un ejemplo de verdadera democracia al resto del mundo!

Filosofía Urbana

Diego Hidalgo Saa

Graduado en Ingeniería Civil, Diego Hidalgo se apasiona por el desarrollo de las ciudades, las comunidades modernas y el diseño urbano. Diego compartirá su opinión acerca de la actualidad política, social, económica y cultural de Toronto.

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