Los refugiados tendrán derecho nuevamente a cobertura de salud

Corte Federal de Canadá dio 4 meses para restaurar servicio a todos los refugiados
Toronto · Publicado el: 14 julio, 2014

La Corte Federal de Canadá encontró inconstitucional el hecho de que el Gobierno Federal les haya negado la cobertura de salud a los refugiados hace 2 años, y le dio 4 meses para restaurar la cobertura de salud a todas aquellas personas que se encuentran en proceso de refugio en Canadá, sin excepción alguna. El Ministro de Inmigración anunció que apelará la decisión y muy probablemente solicitará a la Corte que la orden de restauración del servicio sea detenida hasta que se reciba una respuesta de la apelación que presentará el gobierno.

El fallo de la Corte Federal da como razones para restaurar la cobertura de salud a los refugiados, que privar a personas vulnerables de un servicio básico constituye un tratamiento cruel e inusual o castigo. La juez Anne Mactavish dice igualmente en su fallo que esta política pone en riesgo “la vida de niños inocentes y vulnerables de tal manera que constituye un duro golpe para la conciencia y es indignante bajo nuestros estándares de decencia”.

Esta batalla en contra del Gobierno Federal está siendo peleada por varias coaliciones de médicos, de abogados y consultores de inmigración y de activistas en general que están en desacuerdo con la forma de proceder del gobierno.  Incluso varias provincias de Canadá, entre ellas Ontario, decidió hace algunos meses restaurar en parte el servicio de salud a los refugiados absorbiendo los costos de este servicio.

El Gobierno Federal revocó el servicio de salud a los refugiados en el 2012, y  ha tratado de defender su posición desde ese momento, dando como justificación que no se le puede dar mejor y mayor cobertura de salud a los refugiados que a los mismos residentes y ciudadanos canadienses.  Lo que hay que tener en cuenta es que el programa de salud para los refugiados tenía, en el 2012, la misma cobertura que tenían las personas que se encuentran en asistencia social, es decir, las personas de menores ingresos en el país, no más ni menos que los residentes o ciudadanos más vulnerables y con menos recursos.

Con la suspensión de la cobertura de salud, las mujeres embarazadas, los niños, los diabéticos, aquellos que han sufrido accidentes o han necesitado operaciones de emergencia, y que se encuentran en proceso de refugio en Canadá, han tenido que buscar alternativas para la cobertura de los servicios médicos.  Muchos médicos e instituciones de salud prestaron, y lo siguen haciendo, estos servicios de manera gratuita en una posición desafiante a la política federal, pero completamente alineada con la tradición humanitaria de Canadá y de los canadienses.

La lección más importante de esta batalla ganada es que ante las decisiones gubernamentales -con las que no se está de acuerdo- se puede pelear y se puede ganar.  La oposición a las políticas que nos afectan y con las cuales no estamos de acuerdo es una forma de ejercer nuestro derecho como ciudadanos.  Uno de los muchos derechos que nos será negado cuando entre en vigencia el cambio a la ley de ciudadanía. Una ley que creará tres clases de ciudadanos: los nacidos en Canadá,  hijos de padres y abuelos canadienses, y que no tienen derecho a ninguna otra ciudadanía que serán siempre canadienses;  los nacidos en Canadá,  hijos de padres o abuelos extranjeros y que tienen derecho a una segunda ciudadanía, a los que se les podrá despojar de su ciudadanía canadiense por cometer ciertos crímenes o por ser acusados de terrorismo, aunque lo único que hayan hecho sea oponerse a los intereses del gobierno y finalmente quienes somos canadienses por nacionalización  y quienes podemos ser, además de por criminalidad, despojados de nuestra ciudadanía si por alguna razón dejamos Canadá por un tiempo largo (bien sea porque nos vamos a estudiar a otro país, ya sea porque nos ofrecen un trabajo fuera de Canadá, porque se enferma un familiar  o porque nuestra pareja es trasladada a trabajar fuera de Canadá) dándole a entender con esto al Gobierno Canadiense (de acuerdo con lo que plantea el cambio a la ley)  que “nuestra intención no era la de vivir permanentemente en Canadá” -  aunque no haya nada más lejos de la realidad.

Este fallo de la Corte Federal es para celebrar al lado de quienes quieren el derecho a ser tratados justamente, a no ser señalados y a no ser discriminados por su estatus en Canadá, para felicitar a quienes hicieron oír su voz y para invitar a todos a que hagan parte de los cambios apoyando las campañas de oposición que consideran parte de sus valores y creencias.

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