A finales de la década de los cuarenta, naturalmente, nos referimos al siglo pasado, un nuevo trio musical se iniciaba, para mostrarse en la Lima añeja, aquella que Ricardo Palma tanto mencionó en las cálidas páginas de sus Tradiciones Peruanas, nos referimos a los inolvidables “Embajadores Criollos”. Quisiéramos hacer un poco de historia de este símbolo latinoamericano, pues a pesar de las limitaciones propias del espacio, tiempo, histórico, supieron abordar a cada puerto, a cada ciudad, a cada corazón, llenando de inolvidables letras y arpegios musicales el amplio sonido interno de nuestros sentimientos. Destacó con su cálido canto y sentir del alma, el maestro de maestros, nos referimos a Rómulo Varillas, primera voz y símbolo inigualable de este inolvidable grupo musical. A lo largo de los años, se ha mantenido como herencia perdurable, el sonido, las viejas remembranzas y sobre todo el valor inmenso de mostrar al mundo entero, la cuna del sentimiento limeño y su tradición.
Nacieron con la fama a cuestas, sin embargo, aquel tesoro escondido, comenzó a aflorar en las instalaciones de Radio Atalaya, lugar comprometido a mostrar lo mas selecto de la música, la expresión más exquisita del sentir popular, inclusive recordemos a la Lima “sandunguera” y procaz de aquellas épocas, al gerente de la misma, “le clavaron como chapa”en referencia al seudónimo “perro de aguas”. A fines del año 1951, fueron acogidos por un gran locutor y maestro de ceremonias, nos referimos al inolvidable David Odría , el lugar para mostrar y degustar los arpegios propios … Una cabaña romántica, a orillas del Parque de la Exposición, fue la isla propia donde se extendió la fama de este afamado trio musical.
Dicen nuestros mayores, aquellos que se enamoraron por vez primera, los que con sus corazones desvelados buscaban la oportunidad de llegar ante los ojos de su amada, que aquellos tiempos eran la expresión misma de la dicha, que toda reunión era infalible escuchar algún arpegio que los remontara a la expresión maxima de amar y ser amado …Las personas que tenían radio en casa, un lujo en aquellos tiempos, colocaban el aparato sonoro al pie de la ventana, disimuladamente la gente se escondía tras de un árbol, un poste de alumbrado eléctrico y desde allí empezaban a remontarse en el huracanado mundo de los sueños, en la imagen misma de aquella mujer que cautivó sus corazones. Las lágrimas fluían al sentir en sus entrañas temas como “Alma, corazón y vida”, alma para conquistarte, corazón para quererte y vida para vivirla junto a tí. “Hilda”, “Decepción” “Mi retrato”, “La Rosa del Pantano”, “Yolanda”, “Mujer interesada” “el tísico” y sus lamentaciones que herían como fiebre inoculada en el alma, “Odiame” por piedad … yo te lo pido, odiame sin medida ni clemencia, odio vale más que indiferencia, porque el rencor hiere menos que el olvido … fueron tantos, pero tantos temas que pasaron por las vidrieras del alma, que aunque lo intenten mil destructores, nunca, pero nunca desaparecerán del alma inquieta del viejo caminante de los sueños
Alejandro Velásquez Rodriguez, llegará el 28 de Julio a la ciudad de Toronto, trae consigo la herencia milenaria de un grupo musical que estremeció a nuestra América entera, que tuvo el honor de compartir escenario con grandes artistas del mundo del espectáculo, Javier Solis entre ellos. La Casa Cultural Peruana, no quiso dejar de brindar un espectáculo de verdadera calidad y ensueño, es por ello que nuestra invitación a escucharlos, a degustar de su arte a sentir los vibrantes recuerdos del alma y corazón, no quedarán de lado, creemos que toda América se pondrá de pie, aplaudirá y gozará del espectáculo. Al fin y al cabo … “Soñar con la niñez que ya se fue, momentos de nostalgia, la quintita, el jardín y las flores … tiempos mejores que no volverán …”
Los Embajadores Criollos llegarán a Toronto este 28 de julio para celebrar las fiestas patrias del Perú en el Liuna Local 183 ubicado en el 1263 de Wilson Ave. a partir de las 7 de la noche. Para mayor información puede llamar a los teléfonos (416)206-2337 ; (647)773-0837 y (416)529-7870.
Publicado: 17 de julio, 2012
Texto: Carlos Enrique Terry
