El riesgo solo lo corren los valientes, aquellos que se atreven a ir más allá de lo que conocen con tal de mejorarse a sí mismos aun siendo conscientes de que la jugada les puede salir mal. Eso es precisamente lo que ha hecho la cantante venezolana Eliana Cuevas con su nuevo disco "Espejo", que lanzó esta semana a la venta en iTunes y que presentará el 15 de mayo en el Lulaworld, y el resultado ha sido absolutamente satisfactorio para esta artista, que es de las más prometedoras de Canadá.
En su tercer disco, Cuevas se ha probado a sí misma como compositora y artista para crear diez temas nacidos de su alma que expresan la madurez de una cantante fulgurante de ternura al dar a luz a su hija Leila, y al mismo tiempo estremecida de añoranza ante la ausencia de su padre, artífice de una familia decicada a la música también en su Venezuela natal. "Espejo" es en esencia el resultado de un viaje de cuatro años en la experimentación de sonidos y en la asunción de nuevos estilos que han llevado a Eliana Cuevas a madurar como artista.
Toronto Hispano entrevístó a la cantante y reveló más detalles de su "Espejo".
TORONTO HISPANO: ¿Cómo se lleva que te llamen "la reina canadiense de la música latina"? ¿Es un honor o una responsabilidad?
ELIANA CUEVAS: Agradezco mucho el apoyo que los medios de comunicación me han brindado y acepto sus halagos con mucha responsabilidad. Si de alguna forma yo puedo representar a mi país Venezuela y a nuestra comunidad latina, lo haré con mucho gusto y orgullosa de mis raíces. Siempre trato de dar lo mejor de mí, busco aprender y crecer como artista para luego poder compartir con ustedes y con el mundo un trabajo honesto, hecho con mucho esfuerzo y con mucho corazón.
T.H.: ¿A qué se debe el nombre de "Espejo" en tu nuevo disco?
E.C.: El nombre del album, ESPEJO, lo tomé de una frase de mi canción ‘Agua,Cangrejo y Sal’. La frase dice: “Espejo frente a espejo perdido en la eternidad...” Para mí esto significa que la creatividad es infinita como lo son los reflejos que se ven cuando se pone un espejo frente a otro. En la música hay infinidad de posibilidades, como en todo arte y como en la vida...
T.H.: ¿Cómo fue el proceso de creación?
E.C.: Fue largo y requirió mucha paciencia, esfuerzo, amor, pasión, perseverancia y valentía, como todo lo mejor en esta vida. Antes de comenzar a trabajar en él sabía que era hora de hacer algo diferente y sentí la necesidad de experimentar con sonidos, ritmos e intrumentos para crear algo desconocido para mí. Al estar en un ambiente desconocido uno está más alerta y se gana una perspectiva diferente, lo cual es esencial en cualquier tipo de arte para lograr expresar algo nuevo. Necesitaba incrementar mis habilidades como cantante y compositora y trabajé con el productor y arreglista perfecto para esta tarea: Jeremy Ledbetter, quien jugó un papel funtamental en la maravillosa expedición que representa mi nuevo disco. Me ayudó a darle a cada tema una identidad propia y a sacarle provecho a mi voz más que nunca, por lo que le estaré siempre agradecida.
T.H.: ¿Qué buscas expresar con "Espejo"?
E.C.: Cada canción tiene un mensaje diferente pero pienso que, más allá de las canciones, lo que quiero expresar es mi deseo de crecer y mejorar como artista. Mi deseo de arriesgarme y hacerme más vulnerable para poder entregarme más a mi arte. La idea es crear música que nazca del alma y música que llegue al alma.
T.H.: ¿De qué forma sientes que has evolucionado como artista desde que te iniciaste en el mundo de la música hasta este momento?
E.C.: He aprendido muchas cosas durante mi carrera y algo especialmente importante que he aprendido es que tengo derecho a equivocarme como cualquier otro ser humano. Yo confío en mi capacidad musical y la de mis músicos, así que debo darme la libertad de cantar lo que me nazca no solamente en una grabación sino también en el escenario. A veces da miedo arriesgarse y salirse del plan en pleno concierto por temor a equivocarse, pero hoy en día sé que puede suceder algo maravilloso y mejor que lo planificado si se toma el riesgo.
T.H.: ¿Qué géneros has escogido para expresar esa madurez como cantante que haces gala en el disco?
E.C.: En realidad no pensé en ningún género en específico cuando comencé a trabajar en el disco. La prioridad fué siempre experimentar con varios estilos en cada uno de los temas con el objetivo de buscar la combinación perfecta y el resultado final ha sido una fusión de música venezolana, brasileña, funk, jazz, blues y pop, entre otros estilos.
T.H.: ¿Ser madre te ha hecho cambiar tu percepción como artista? ¿De qué manera te influyó?
E.C.: Sí, definitivamente. Yo comencé a preparar este disco poco después del nacimiento de mi hija Leila (ya tiene 4 años), y ella me ha regalado muchísima inspiración. Su presencia en mi vida ha sido lo más bello que me ha pasado y eso me ha motivado a mejorar como ser humano y como artista.
T.H.: ¿Qué ritmos te gusta rescatar de tu memoria para recordar tu infancia en Venezuela?
E.C.: Las gaitas navideñas venezolanas que escuchamos para celebrar la Navidad y el Año Nuevo. Esa música me trae muchos recuerdos maravillosos junto a mi familia en Venezuela y en especial junto a mi mamá y mi papá cuando yo era niña, antes de que mi papá falleciera de cáncer. Esa fue la época más feliz de mi niñez.
T.H.: ¿Por qué elegiste el Lulaworld para lanzar este disco?
E.C.: Lulaworld es el festival organizado por el equipo de Lula Lounge, que no es solo un lugar, sino una comunidad, un grupo de gente maravillosa que le dan verdadero apoyo a todos los artistas latinos y de otros países. Son gente preparada, talentosa, y extremadamente dedicada a su visión. Ellos están haciendo un trabajo increíble para nutrir la cultura latina no solamente en Toronto sino en todo Canadá, asi que me pareció el lugar ideal para celebrar el lanzamiento de mi nuevo disco "Espejo".
