Estamos en verano y las temperaturas varían entre los 20°C y los 27°C. El cielo está despejado y el calor hace que sea más fácil la tan esperada limpieza de temporada. Los limpiadores profesionales de viviendas aseguran que este es el mejor momento para limpiar la casa y mejorar algunos acabados que podrían haberse desgastado por el frío y humedad del último invierno.
Algunas de las tareas que se realizan en esta temporada son: limpieza de alfombras, sofá, lavado de colchones, limpieza de armarios y mantenimiento de acabados. También es importante recordar que se debe limpiar el mobiliario a profundidad como los cajones, repisas y artefactos eléctricos.
Sin embargo, limpiar toda tu casa puede ser una tarea muy tediosa. Es por ese motivo que te dejamos algunos tips que te ayudarán a organizarte en la limpieza de verano.
Usa productos de calidad
Existen muchos productos de limpieza en el mercado. Sin embargo, algunos poseen químicos corrosivos que, a lo largo del tiempo, solo terminarán por desgastar tus paredes, pisos, acabados o incluso lo artefactos eléctricos.
Ahora la pregunta es ¿cómo saber que estoy usando los productos adecuados? Pues, lo importante es que tomes en cuenta que hay químicos que pueden entrar en contacto con ciertos materiales y otros que no. Por ejemplo, si los armarios son de madera podrías usar una pequeña cantidad de alcohol diluido en agua caliente.
Toma en cuenta los espacios pequeños
Muchas veces no lo vemos, pero las esquinas entre paredes y las canaletas son los espacios que más suciedad recolectan a lo largo de los años. No solo basta darles una repasada con un trapo húmedo o pasar una escoba.
A veces, al ser tan pequeños, requieren de materiales especiales para limpiar a profundidad. Si no cuentas con este equipo lo mejor es que, al menos una o dos veces al año, acudas con un profesional de limpieza de hogares.
¡Ten cuidado con los acabados!
Esos pequeños arreglos que tienes en tu casa, como detalles en las repisas, las texturas en las paredes o, incluso, los bordes de las escaleras son altamente delicados. A veces ni si quiera es necesario utilizar químicos corrosivos para que estos se desgasten.
Por ejemplo, en el caso de las escaleras, siempre estaremos en contacto con ellas y con movimientos bruscos pueden llegar a romperse. Así que a la hora de limpiarlos también se debe hacer mantenimiento. Ya sea que debas repararlo o pintarlo, lo mejor es tener esto en cuenta para no llevarse una sorpresa al final de la limpieza.