Diego Costa está viviendo una semana difícil teniendo que lidiar con su cabeza y su corazón a la hora de tomar decisiones acerca de su lesión con la final de la Champions League y el Mundial de Brasil en el horizonte.
El rostro tras abandonar el terreno de juego el pasado sábado en el Camp Nou evidenciaba que no llegaría a la final y la duda sobre el Mundial se cernía en el ambiente. Pero con el paso de los días la situación ha cambiado. Parece que el club ha encontrado un remedio en la doctora Kovavecic para buscar una recuperación milagrosa a través de un tratamiento especial que acelere la cicatrización de ese maltrecho bíceps femoral.
Ahora bien, la pregunta que surge al respecto es clara: ¿es realmente seguro y, sobre todo, necesario forzar de este modo? Los atléticos pensarán que sí y lo aficionados a La Roja que no sean atlético pensarán que no. Lo cierto es que el riesgo es claro viendo el historial de Diego Costa. El delantero lleva ya varios meses sufriendo todo tipo de molestias fruto de una temporada muy cargada de partidos y ahora está pagando las consecuencias. Aquella retirada en el Camp Nou en Champions League y ésta en el partido por la Liga demuestran que el jugador no está bien. El remedio de dicha doctora ya curó a jugadores de la importancia de Lampard o Robin Van Persie pero el riesgo de recaída ya sería definitivo.
El principal argumento que se debate ahora es que un Mundial es cada cuatro años pero que la final de la Champions se puede jugar cada temporada. Lo cierto es que los que enuncian esta afirmación son realmente optimistas porque la dificultad de llegar a estas alturas en las apuestas en la Champions League es realmente complicado y meritorio. Por esto, y por la gran temporada que está viviendo el Atlético de Madrid plagada de sufrimientos y proezas, siempre merece la pena agotar hasta el último recurso para poder jugar un partido de este calibre. Un partido histórico, ante el máximo rival, ante el equipo de la ciudad, algo que ningún futbolista del mundo se querría perder. Que le pregunten a Xabi Alonso.
Así, estas horas posteriores al tratamiento decidirán si Diego Costa decide entre Champions y Mundial o si decide intentar estar en las dos. Él y sus sensaciones son las que mandan. Por otro lado, Simeone lo tiene claro. Si Costa está al 90%, jugará. Su importancia en partidos decisivos como la final de Copa de la pasada temporada, el partido en el Santiago Bernabéu este año en Liga o el partido de vuelta de semifinales en Stamford Bridge avalan el rendimiento del delantero rojiblancos en este tipo de citas. Es un seguro de vida. Por esto, le esperarán hasta el final. Todo el mundo está pendiente de la decisión de Diego Costa.