Tuvimos la oportunidad de conversar con el icónico artista colombiano Andrés Cepeda, quien, a más de 20 años de haber iniciado su carrera, continúa tocando el corazón de múltiples generaciones con su música.
A propósito de la próxima presentación de Andrés Cepeda en Toronto el 23 de mayo como parte de su gira “Nuestra Vida en Canciones”, Cepeda compartió detalles sobre su nuevo álbum, su evolución artística y su emoción por reencontrarse con el público latino en Canadá.
Con un estilo que ha sabido mantenerse fiel a lo largo del tiempo, el cantautor reflexiona sobre el secreto de esa permanencia. “Siempre he hecho algo que me gusta mucho y he tratado de mantener un estilo que disfruto”, aseguró.
Esa fidelidad a su esencia ha sido clave para conectar tanto con quienes lo siguen desde sus inicios como con nuevas generaciones que descubren su música.
Bogotá, un álbum hecho de memorias
Su más reciente proyecto, el álbum Bogotá, es una oda personal a su ciudad natal, una recopilación de memorias y vivencias convertidas en canciones. “Este álbum recoge esas memorias personales en la ciudad… es como un viaje muy personal”, nos compartió Cepeda.
Desde las calles donde estudió hasta los bares que frecuentaba en su juventud, el artista convierte la capital colombiana en un escenario emocional que conecta con cualquier oyente. “Más que una imagen de mi ciudad, quiero que esto nos lleve a pensar en la relación que cada uno tiene con su lugar de origen”, reflexionó.
Cumbia, colaboraciones y nostalgia
El disco también está cargado de colaboraciones con artistas como Luis Fonsi, Ha*Ash, Morat, Andrés Obregón y Manuel Medrán. Una de las canciones más llamativas es “Cariñito”, una reinterpretación del clásico de la cumbia que grabó junto a Los Ángeles Azules.
“Me pareció interesante reinterpretar esta versión de ‘Cariñito’… un artista colombiano cantando una cumbia peruana con una agrupación mexicana. Eso nos habla de la transversalidad del género”, comentó.
Este espíritu colaborativo y experimental convive con una mirada nostálgica. “Es como si me estuviera sampleando a mí mismo en ciertas formas musicales que quiero replantear”, expresó sobre su proceso creativo.
Además, con una fuerte influencia del son cubano, “Una flor” invita a un viaje sonoro por las raíces de la música caribeña. Se trata de una fusión elegante entre la tradición del son y la esencia del pop colombiano. “La canción es un universo perfecto para que convivan las dos voces y los dos estilos”, comenta Cepeda.