Imagina un festival en donde la pantalla cobra vida con historias que son tan diversas como poderosas, llevándote a mundos tanto familiares como desconocidos. El Toronto Latin American Film Festival (LATAFF) es más que una simple serie de películas que se proyectan; es la celebración de la cultura, de la identidad y del espíritu vibrante de América Latina en el corazón de Toronto. Ya seas un entusiasta del cine o simplemente curioso, LATAFF promete llevarte a un viaje que trasciende fronteras y toca el alma.
En un mundo en donde las historias suelen perderse en la traducción, el Hispanic Canadian Heritage Council (HCHC) ha sido un faro de preservación y celebración cultural. Fundada en el 2014, esta organización sin ánimo de lucro ha hecho de su misión el asegurar que el vibrante tapiz de la cultura latinoamericana no solo sea preservado, sino también celebrado en Canadá. Como Oscar Vigil, director del HCHC, lo dice: la misión del HCHC es “rescatar nuestras raíces y afirmar nuestra identidad” ¿Y qué mejor manera de hacerlo sino por medio de la magia del cine?
Desde su creación, el HCHC ha organizado una gran variedad de eventos que han dejado una marca indeleble en la comunidad. Dentro de estas, el LATAFF sobresale como un brillante ejemplo de sus esfuerzos. Celebrado cada octubre, en el Mes de la Herencia Hispana / Latinoamericana, LATAFF no solo es un festival de cine: es un movimiento cultural. Por lo tanto, este ofrece una oportunidad única para experimentar la riqueza del cine de América Latina.
Eric Tisch, del equipo del LATAFF, afirma que el festival “es una oportunidad de ver películas que realmente no vemos en Toronto. Vemos películas norteamericanas y europeas, pero no latinas”. El cine latinoamericano abre las puertas al intercambio cultural, permitiendo que la audiencia explore y comprenda las diversas perspectivas por medio del lente del cine, haciendo este festival un puente vital entre culturas.
El viaje del LATAFF comenzó en el 2015 con una modesta maratón de películas latinoamericanas, mostrando cuatro distintas provenientes de estos países. La respuesta fue abrumadora: la audiencia de todas las edades y gustos quedó cautivada, quedándose muchos a verlas casi todas; un testimonio del éxito inmediato del festival. Este triunfo inicial subrayó la importancia de tales eventos para la comunidad latinoamericana en Canadá, lo que llevó a la expansión del festival. Hoy en día, el Latin American Film Festival proyecta orgullosamente alrededor de treinta películas, ofreciendo una amplia gama de historias que conectan profundamente con la audiencia.
Tras los desafíos que trajo la pandemia, el LATAFF regresa con fuerza como una vibrante celebración de la creatividad, adoptando un formato en persona que promete ser más inmersivo y atractivo que nunca. Este año, el festival no solo presenta películas que vienen directamente de América Latina, sino que también destaca el trabajo de cineastas latinoamericanos que viven Canadá: lo que comenzó con cortometrajes ahora ha evolucionado, y la programación de este año incluye dos largometrajes innovadores llamados Sin papeles y Devenir familia, producidos en Canadá por artistas latinoamericanos.
“Para nosotros, es importante porque lo que estamos haciendo es promover producciones aquí que rescatan la cultura e impulsan el cine desde una perspectiva latinoamericana”, enfatiza Oscar. Eric, cinéfilo uruguayo-canadiense, está de acuerdo: “ Los proyectos latino-canadienses son una perspectiva diferente de otras películas canadienses que veo, y en particular, porque veo historias con las que siento una fuerte conexión”.
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