La banda de reggae más famosa de Latinoamérica, Gondwana, regresa de nuevo a Toronto y lo hará esta vez con un estilo mucho más maduro y forjado por la experiencia de casi 25 años de historia musical donde han sabido renovarse y aplicar las nuevas tecnologías a la industria musical para estar mucho más cerca de sus seguidores.
El 30 de mayo en la Opera House de Toronto presentarán los temas de su sexto disco de estudio, "Revolución" con el que celebran el cuarto de siglo desde su creación como grupo de reggae. En este álbum la banda propone una revolución que parte del uso del cerebro en forma integral y con el amor como combustible para mejorar un mundo convulsionado en todos los continentes, donde queda claro que las injusticias ya no tienen más cabida.
Así encontramos canciones de amor (Piénsame, El beso que da una Rosa, Sigue Latiendo el Corazón, Tú y yo), junto a letras comprometidas con la igualdad del ser humano como meta (Revolución, Ghetto Sur, N.O.M.), pero también hay varias canciones instropectivas que reflejan el mundo interior (Me verás, Al Caminar, Regreso).
A nivel musical, la calidad de los arreglos y su ejecución musical hacen que este sea el disco más trabajado y elaborado de Gondwana hasta el punto que trasciende el ámbito del reggae con una vanguardia exhibida desde el primer compás para abrirse a nuevas fronteras.
Entre los invitados se destacan tanto la filosa guitarra de Tito Fargo como también la voz prodigiosa de la cantante de jazz chilena Rossana Saavedra, presente en casi todo el disco.
En el fondo de las letras reside la experiencia de 25 años vividos con una fuerza de voluntad que ha sabido atravesar una larga lista de adversidades: barrios marginales, represión y oscuridad, que fueron en plena dictadura fueron su caldo de cultivo inicial. La falta de dinero y oportunidades forjaron letras concientes y ganas de salir de la oscuridad por partes iguales.
Una vez ya establecidos como la primera banda de reggae el camino nunca dejó de ser ascendente. Diez años en el "under" les dieron temple y coherencia. Luego, en 1997, llegaron los discos de oro y platino, así como los sencillos que arrasaban en las radios de todo Chile y las giras multitudinaras, con conciertos memorables como los ofrecidos en tres ediciones del festival Viña del Mar y en el Estadio Nacional de Chile, con 60.000 personas vibrando al unísono.
El despegue internacional llegó ya en el 2000 y ha sido una constante fuente de alegrías inéditas en el panorama musical chileno. Las giras continentales no han parado de crecer, de la mano de un fanatismo que no conoce fronteras. Todo ello llegó mientras se refundaba el negocio musical, donde Gondwana ha liderado una apabullante actividad en las redes sociales. Ahí es el fan es el que manda y no un mercado musical cada vez más alejado del público.
