El pensamiento bilingüe: Pensar en varios idiomas expande nuestra personalidad y nuestra mente

Sin darnos cuenta, nuestro conocimiento de idiomas afecta cómo vemos el mundo, como nos vemos a nosotros mismos y cómo pensamos
Por nuestra redacción
Toronto · Publicado el: 16 febrero, 2018

Solemos pensar que nuestra cultura y personalidad son características intrínsecas y hasta genéticas. Pocas son las veces en las cuales podemos notar como las palabras que usamos pueden afectar nuestra percepción del mundo a nuestro alrededor y nuestro lugar en él.

Por ejemplo: ¿Sabías que hay ciertas culturas que no pueden distinguir entre ciertos colores porque sus lenguajes no tienen nombres para ellos?

Mientras los hablantes de idioma ruso pueden diferenciar rápidamente entre una multitud de tonos de azul, en ciertos países del sureste asiático sus habitantes no son capaces de distinguir entre el azul y el verde. Para ellos, son el mismo color. Para ellos, son el mismo color ya que su idioma no los distingue. Para ellos ambos son azul, y una persona que habla coreano podría decir "azul como aquel árbol" o "azul como el mar" para referirse al verde y el azul, respectivamente.

Mientras tanto, hablantes del inglés, español, alemán o japonés comparten un promedio de 11 palabras para los colores básicos. Su percepción de color se vuelve entonces muy similar sin importar su lugar de origen. Sin embargo, hay otras características más profundas y personales que también cambian según el lenguaje.

Uno de estos aspectos es la valoración cultural y propia en relación al lenguaje hablado. Un estudio de 2016 por Nairan Ramirez-Esparza de la Universidad de Connecticut describe cómo personas multilingües se describían de formas distintas según el lenguaje que usaban para hacerlo.

Al describirse en español, por ejemplo, las personas tienden a expresarse en relación a sus familias, amigos y pasatiempos. Por otro lado, al describirse en inglés hacían énfasis en sus logros, casas de estudio y actividades. Esto ha sido tomado como evidencia respecto a la forma en la cual los lenguajes están ligados a ciertos valores culturales.

Resulta muy interesante cómo personas bilingües desarrollan una especie de personalidad alterna al aprender y hablar un segundo idioma, según también ha sido demostrado. Sin embargo, se determinó que pensar y hablar en el lenguaje nativo de cada quien siempre reflejará la personalidad principal y dominante de cada quién.

Esto también lleva a otras características fascinantes demostradas por estudios psicológicos de los últimos años: Pensar en un segundo lenguaje distinto al nativo conlleva a decisiones más racionales y menos emocionales.

Hay varias teorías para esto, algunas hacen referencia a cómo una parte de respuesta automática (instinto) se activa al pensar en un lenguaje nativo, mientras otras teorías sostienen que se debe a cómo pensar en un lenguaje aprendido a una edad más avanzada nos obliga a pensar más profundamente y de forma analítica, reduciendo nuestras predisposiciones respecto al mundo.

Por otro lado, estudios realizados en la Universidad de Toronto también han determinado cómo las personas bilingües suelen gozar de una mejor salud mental en promedio al mejorar la "flexibilidad cognitiva", mejorando la creatividad desde una edad temprana y permitiendo completar tareas mentales de manera más rápida, permitiendo adaptarse fácilmente a los cambios.

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