La adicción es una enfermedad y no un “vicio”, como popularmente lo llama la gente, afectando a la población sin importar la edad, género, raza, cultura, clase o condición social. El Centro Ericksoniano de México define a la adicción como a-dicción; es decir, sin dicción (sin habla), idea con la cual coincido, pues es normal que una persona que padece una adicción (cualquiera que esta sea) tenga dificultad para comunicar sus sentimientos o aflicciones, generando ideas negativas que “favorecen” dicha adicción.
Los hábitos adictivos más comunes son el alcoholismo, la drogadicción, el tabaquismo, los trastornos de alimentación, el sexo y la pornografía, así como la adicción al juego; sin embargo, con el avance de la tecnología se han desarrollado adicciones al Internet, sobre todo a redes sociales como Facebook y Twitter, las cuales nos ayudan a estar en contacto con los demás, pero hay que tomar en cuenta que todos los extremos son negativos.
Seguramente muchos de ustedes se estarán preguntando “¿Cómo puedo saber si alguien padece alguna adicción?” Bueno, desde ahora les digo que es imposible darles una sola respuesta pero puedo aconsejarles que observen si existe algún cambio de comportamiento y si notan que hay una dependencia a algo. Usualmente, las personas que padecen una adicción desean controlar dicho problema pero esto simplemente no es posible; ese “algo” que desean controlar son las compulsiones que llevan a la persona a recaer en la misma problemática de la cual (posiblemente) desea salir.
Hay personas que a ‘simple vista’ no aparentan problemas de adicción, las cuales son conocidas como “adictos de alto funcionamiento”; esto quiere decir que la persona es capaz de seguir con las demandas familiares, sociales, de trabajo y en donde la adicción, ‘aparentemente’, no afecta su vida. Sin embargo, nunca está de más que la persona auto reflexione y valore si dichos hábitos adictivos le está trayendo consecuencias negativas, tanto en su rol de vida como en su salud física, emocional, psicológica o espiritual. Si la respuesta es afirmativa, sugiero que busques ayuda o invites a tu ser querido a buscar un camino diferente.
Es importante aclarar que la persona NO es culpable de padecer una adicción pero SI es responsable de sus actos y decisiones. Es por ello que la atención psicológica es importante, pues te ayudará a encontrar un nuevo camino de manera saludable pero de una forma imparcial y sin juzgarte.
Si deseas una terapia psicológica, puedes comunicarte al (647) 213-0146; donde con gusto obtendrás el apoyo necesario para encontrar la luz al fondo del oscuro camino.
Publicado: 6 de agosto, 2012
Texto: Brenda Pérez Gil Romo
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