En esta ocasión he decidido hablar acerca del machismo, situación que se presenta diariamente en casas, oficinas, escuelas, etc.; dicha actitud es vista como “normal” en la cultura latina, donde muchas veces se cree que entre “más macho” sea el hombre, mejor.
Es por ello, que definiré a continuación el machismo, explicando con más detalle cómo se da y veremos qué podemos hacer para iniciar un proceso de cambio.
La Real Academia Española, define al machismo como la actitud de prepotencia que adoptan los hombres respecto a las mujeres por medio de un conjunto de prácticas y comportamientos que resultan ofensivos contra el género femenino.
El machismo es un tipo de violencia que no sólo discrimina a la mujer, también a los hombres homosexuales y los denominados metrosexuales, es decir, a todo aquel hombre que exhibe alguna característica asociada con la feminidad.
A lo largo de la historia, el machismo se ha reflejado en diversos aspectos de la vida al grado de considerarse un legado cultural y social, teniendo grandes implicaciones en el desarrollo de las personas. Lo más común es tratar de forma diferenciada a los niños y a las niñas, generando desde la cuna este tipo de ideas.
Por ejemplo, en muchas familias a las mujeres se les enseña que deben atender a los varones (sobre todo entre hermanos) lo cual será replicado en otros ámbitos, probablemente en el matrimonio, donde la sumisión de la mujer ante su marido aún es vista como un valor positivo, argumentando que una mujer alcanza su plenitud cuando se casa y se convierte en ama de casa, para atender a su esposo e hijos.
Lo anterior es un claro ejemplo del machismo, pues la mujer NO forzosamente alcanza la plenitud en ese momento, sino que lo puede ir alcanzando a lo largo de diversas etapas de su vida y sin necesariamente tener que depender de otras personas para alcanzar la totalidad.
Entonces ¿Qué es en realidad el machismo y cómo podemos contribuir para el cambio? El machismo no es más que una actitud peyorativa hacia la mujer, en donde se le ve y trata más como objeto que como sujeto y que, a pesar de fomentarse en casa, también se puede generar un proceso de cambio en ella.
En un ejercicio de reflexión, te invito a que analices cómo ves y tratas a las mujeres cercanas a tu vida. Recuerda que los hombres y las mujeres tenemos el mismo derecho de ser respetados y valorados. Piensa, antes de actuar y trata a otros como te gustaría ser tratado.
Publicado: 26 de septiembre, 2012
Texto: Brenda Pérez Gil Romo
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