Vivimos en un mundo convulsionado y voraz. O, para ser más precisos, en un mundo VUCA, acrónimo en inglés inventado por el ejército norteamericano, a fines de los años 80, para referirse a la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, que son cuatro características que definen los tiempos actuales.
En las últimas semanas hemos visto la enésima polémica entre las aplicaciones Uber y Cabify y los taxistas tradicionales, en países tan distantes como España y Argentina. ¿Por qué un avance tecnológico, en materia de transporte, reúne tantos detractores? ¿Qué lecciones debemos extraer de este choque?
Hoy, a las personas se nos exige ser exponenciales: más creativos y más productivos, para no quedarnos obsoletos. A pesar de ello, no podemos dejar que el huracán nos arrastre. ¿Me creerías si te digo que puedes darle la vuelta a la tortilla? ¿Qué pasa si, por el contrario, utilizamos las dificultades a nuestro favor? Te estarás preguntando: si hay tanta conflictividad, ¿cuál es el patrón a seguir para cumplir con nuestro propósito de vida?
El experto en Psicología, Benjamin Harkin, de la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, practicó 138 estudios con 19.951 participantes, a los cuales monitoreó mientras intentaban lograr metas relacionadas con la salud. Los resultados mostraron un patrón de tres pasos: seguimiento cercano y frecuente del progreso, enfoque en el objetivo y declaración pública de las metas, pues, según dice, ¡así tendremos más ganas de ocuparnos en ello!
Como explico a los alumnos en Cala Speaking Academy, en vez de percibir el mundo VUCA como algo negativo, hay que verlo a partir de ahora como algo a nuestro favor, capaz de desafiarnos y sacarnos de la zona de confort, para crecer y avanzar de manera consciente.