"El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura", decía Unamuno. Y no le faltaba razón. El problema es que solemos renunciar demasiado pronto cuando las cosas no salen como queremos. Solo con perseverancia podremos alcanzar la meta.
Los líderes están acostumbrados a afrontar retos encaminados al éxito, a buscar nuevos mercados, a cambiar sus modelos de negocio, a innovar en productos y servicios…, pero no siempre son capaces de perseverar hasta llegar a la meta.
Sin embargo, cuando conocemos la trayectoria de los grandes líderes, vemos que para ellos no ha sido fácil situarse en la cima, que han cometido errores, que han fracasado muchas veces, que se han sentido solos, pero que, pese a todo, han sabido perseverar para alcanzar aquello en lo que creían.
La persistencia en lograr los objetivos debe ser una cualidad intrínseca al liderazgo.