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No es un secreto que muchas personas salen heridas por accidentes automovilísticos relacionados a actos negligentes de conductores ebrios. En esta ocasión, a menudo suelen haber consecuencias graves tanto criminales como civiles contra aquellos que atentan a la ley manteniendo el estado de ebriedad.
Por ese motivo, te mencionamos cuáles son las principales diferencias entre un caso criminal y un caso civil en Toronto.
Caso criminal
Un caso criminal está manejado por el gobierno encargado de presentar cargos formales o una acusación contra la persona acusada. En estos casos, los delitos pueden ser con condena sumaria, es decir, con incidentes relativamente menores que a menudo no incluyen una pena de prisión o infracciones que puedan ser procesadas.
De forma más directa, estas infracciones están previstas en la mayoría de infracciones penales en virtud del Código Penal de Ontario y tienen consecuencias jurídicas graves para el acusado. Para estas ocasiones será relevante considera el presunto conductor ebrio (el acusado) y la Fiscalía.
Conducir en estado de ebriedad se conoce como una "ofensa híbrida", lo que significa que puede clasificarse como una condena sumaria o una ofensa procesable según el Código Penal, pero esto dependerá en gran parte de la gravedad del delito y el alcance de las lesiones sufridas por la víctima. La decisión de cómo proceder es en última instancia, tomada por la Fiscalía.
Caso civil
Por el contrario, un caso civil se trata de una disputa entre partes únicamente privadas. El principal objetivo de un caso civil no es rehabilitar o castigar a un delincuente, sino tratar de llegar a un acuerdo con la víctima que sea justo. En pocas palabras, se trata de devolver al individuo lesionado al estado en el que estaba si no hubiese ocurrido el incidente. Para este tipos de casos las partes se llaman “demandante” y “demandado”
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