Mantener un peso correcto es muy importante para controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre. También puede ayudarte a prevenir enfermedades cardíacas, diabetes, artritis y cáncer. Para mantener tu peso, las calorías que ingieres por lo general deben ser equivalentes a la energía que consumes.
A veces no seguimos las dietas porque nos hacen sentirnos restringidos, rígidos y obligados a ignorar señales de nuestro cuerpo. Seleccionar sólo cierto tipo de alimentos, puede causar rebote, el famoso efecto yo-yo y conducirte a comer de manera descontrolada. Recuerda, la dieta es un estilo de vida y no solo por temporadas. Una dieta correcta debe ser diseñada de acuerdo a tu edad, tu peso, tu estatura, tu sexo, tu actividad física y otras características importantes.
En algunas situaciones requerimos consumir más calorías, por ejemplo durante el embarazo (aunque no el doble), la infancia, la adolescencia o durante períodos de recuperación después de algunas enfermedades o lesiones. La tiroides también juega un papel importante en el metabolismo y consecuentemente nuestro consumo de calorías.
Recuerda que hambre y apetito no son lo mismo. El hambre es una respuesta fisiológica y el apetito tiene un origen sobre todo psicológico. El que se te antoje un helado o un dulce no siempre significa que tu cuerpo lo necesite para mantenerte sano y estable en tu peso.
Amigo lector, lo mejor para alcanzar un peso saludable es hacer ejercicio físico moderado de manera regular, consumir una dieta lo más posible correcta y manejar adecuadamente nuestro estilo de vida incluyendo el estrés. Te veo en mi próxima edición. Un abrazo fuerte y cálido, tu amiga especialista en nutrición Carmen Serdán E. Puedes escribirme a serdancar@hotmail.com.
NUEVE CONSEJOS
1) Selecciona alimentos tales como frutas y verduras, cereales integrales, leguminosas o legumbres (como frijol, alubia, lenteja, soya), pollo, pescado, carnes magras y leche entera o desnatada según lo necesites, evitando grasas y azúcares en exceso.
2) Opta por porciones y platos razonables.
3) Bebe agua natural de forma suficiente y evita las bebidas azucaradas y las alcohólicas, al igual que el exceso de cafeína.
4) Haz ejercicio diariamente, tanto para mantener tu peso adecuado como para tu salud mental, incluyendo tu mejora en actitud.
5) Evita situaciones que te inviten a comer de más, incluyendo el estrés.
6) El que llegaras a tener un metabolismo alterado o problemas por ejemplo con la tiroides, no significa que debes comer de manera desordenada y no hacer ejercicio físico, todo lo contrario, es muy importante estos buenos hábitos.
7) Si quieres subir de peso, selecciona alimentos enteros y de preferencia frescos. Comer grasas y azúcares agregados como podría ser el caso de los alimentos fritos y de los dulces, no es una buena opción. La fruta y la verdura siempre son una excelente elección.
8) Un peso adecuado puede ser un buen parámetro de nuestro estado de salud.
9) Para quien le gustan los números, el índice de masa corporal (IMC) es un número que se calcula con base en el peso y la estatura de la persona con una simple ecuación, el IMC es igual al peso en Kg dividido entre el cuadrado de la estatura en metros. El IMC es un indicador bastante confiable para ver si existe bajo peso, peso normal o sobrepeso y sirve para la mayoría de las personas adultas. El IMC no mide la grasa corporal directamente pero en el resultado se presentan las categorías de nivel de peso estándar para adultos. Un IMC menor de 18.5 indica bajo peso, entre 18.5 y 24.9 significa que estamos en un peso normal, entre 25 y 29.9 que tenemos sobrepeso y más de 30 implica obesidad. Por ejemplo para un adulto con un peso de 68 kg y una estatura de 1.65 m. El cálculo sería 68 ÷ (1.65)2 = 24.98. Es decir “peso normal”. Varias básculas comerciales ya calculan el IMC si indicamos nuestra altura. Nota: el IMC en inglés se conoce como BMI.
