Como padres, hay muchos regalos –inmateriales– que podemos dar a nuestros hijos para que se defiendan bien más adelante en sus vidas. Uno de ellos es la posibilidad de hablar dos idiomas. En vista de que el inglés es un idioma sumamente importante para el desarrollo de Latinoamérica, de que el español es el segundo idioma más hablado en Norteamérica y de que muchos empleos están solicitando personal bilingüe, si logras que tus hijos dominen por completo estos dos idiomas, les habrás dado una herramienta maravillosa que les servirá en muchos aspectos a lo largo de sus vidas.
No siempre contamos con los medios para inscribirlos en colegios bilingües o para pagar costosos profesores particulares, pero hay pasos muy asequibles para asegurar que tus hijos hablen inglés y español muy bien.
Si los niños reciben su enseñanza en inglés, asegúrate de que se hable español en casa: Exponerlos desde pequeños a los dos idiomas, uno en la escuela y otro en el hogar, hará que se acostumbren a escucharlos, hablarlos y desarrollen los dos lenguajes por igual. Si ellos responden en inglés, sigue hablándoles en español. Si cometen un error, con mucho cariño, corrígelos para que lo hablen bien.
Léeles libros o dales a leer libros en español o bilingües: Así comenzarán a distinguir los dos idiomas y notar las diferencias, pero también los ayudará a practicar la pronunciación y ampliar su vocabulario. Puedes encontrar una gran variedad de libros en la biblioteca o en internet.
Haz que vean películas o shows de televisión en español y subtitulados: No solo disfrutarán de un momento agradable viendo sus películas o programas de televisión favoritos, sino que comenzarán a asociar y entender los dos idiomas al mismo tiempo. La mayoría de las compañías de cable hoy en día ofrecen servicios de subtítulos o de cambio de idioma en sus programaciones. Otra forma agradable de aprender el idioma es a través de la música y las canciones.
Llévalos a eventos que celebren tu cultura originaria: Hacer que los niños conozcan de dónde vienen hará que se sientan orgullosos de su cultura y hagan un mayor esfuerzo por hablar bien el idioma de sus padres.
Viaja a tu país de origen cuando sea posible: Igualmente, si cuentan con los medios, pueden viajar como familia de vez en cuando a tu país de origen, o puedes enviar a los niños con los abuelos o familiares durante las vacaciones escolares, para que practiquen in situ el español. Si no se puede, cultiva amistad con otras familias dentro de tu comunidad y haz que los niños se relacionen y jueguen entre ellos.