Por: Isabel Inclán
Con más de diez años de carrera teniendo como escenarios la calle, los foros internacionales y producciones televisivas como Netflix, Alan Saldaña, el “as” de la comedia, vino a Canadá por primera vez para presentar sendos shows en Toronto y Montreal, gracias a Santiago Oseguera de FWMedia, En ellos, el artista exprimió las risas de los latinos con sus chistes sobre la vida cotidiana.
En su show de Toronto en el Lithuanian Banquet Hall el comediante mexicano hizo sus monólogos, narró sus historias, improvisó y hasta aprovechó la activa participación de una integrante del público. Lo mismo habló del alacrán que del karma, del hombre que va la farmacia a comprar pañales donde meses antes se negó a comprar condones.
Incluso, le sugirió al nuevo presidente de México, “AMLO”, una solución para sacar a tanto joven de la delincuencia organizada: poner una “Barber shop” porque tienen habilidades que se pueden aprovechar, como ser bueno con los cuchillos.
En entrevista para Toronto Hispano, Alan explicó que “la vida me dio la oportunidad de ser reconocido como comediante mexicano”. El artista ha estado en los mejores escenarios como: Noches de humor, Stand Parados y Comedy Central, estrenando su especial en Netflix “Mi vida de pobre”.
Desde México: Un humorista de clase A1
Sencillo, ocurrente, chispa, “llevado” y a veces un poco “pasado”, Alan Saldaña comentó que los temas de sus chistes los va escogiendo según lo que va observando en la vida cotidiana: “siempre me la paso observando lo que ocurre a mi alrededor, lo analizo, ya sea la relación de pareja, la infidelidad, lo que hay en mi entorno. Al lugar que llego les preguntó cómo viven, qué hacen”.
También tiene un monólogo dedicado al presidente estadounidense Donald Trump, pero “como ya me dio la visa, ya es mi amigo”, dijo entre risas.
Saldaña explicó que pensó que a sus dos conciertos en Canadá asistiría sólo público mexicano, pero “para mi sorpresa me encontré con venezolanos, colombianos y más latinos”.
En su opinión, el contenido de su humor es universal, por lo que lo puede entender cualquier latino. “No batallé para transmitirles mis ideas y sacarles las sonrisas”.
Respecto a las palabras altisonantes de su show, Alan aclaró que su espectáculo no es vulgar ni agresivo, sino que él es más bien un comediante “irreverente” que quizá incomode un poco al público, pero “es parte del show. Utilizo un lenguaje coloquial que todo mundo entiende”.