Esmeralda Enrique es una de las más grandes celebridades del baile flamenco en Canadá.
Reconocida por su arte y su gran trayectoria profesional, Esmeralda comenzó bailando en Norteamérica para la compañía de José Greco, más tarde recorrió los tablaos y teatros de medio mundo con diferentes compañías.
En 1992 decidió emigrar a Toronto, fue ese mismo año cuando fundó la Compañía de Baile Flamenco de Esmeralda Enrique y creó la Escuela de Baile Flamenco.
Gracias a su pasión por el baile y trabajo durante todos estos años, Esmeralda Enrique ha sabido captar la verdadera esencia del flamenco y su sentimiento, transmitiendo la emoción tanto a sus alumnos como a los espectadores que han podido disfrutar de sus espectáculos.
Esmeralda ha impregnado en su compañía la tradición y la estética moderna, creando así un perfecto balance en sus interpretaciones.
TorontoHispano.com tuvo la suerte de poder pasar un rato conversando con Esmeralda sobre el arte flamenco y sus inicios en la profesión, también nos adelantó algún detalle de lo que podremos ver en el espectáculo del 30 Aniversario.
¿De dónde le viene su pasión por el flamenco?
Desde pequeña, me acuerdo que cuando vi por primera vez una presentación flamenca me enamoré.
Tendría unos 13 años cuando junto con todas mis hermanas nos apuntamos a una escuela de baile flamenco en Texas, desde entonces no he parado. Actualmente algunas de mis hermanas siguen con el folklore mexicano, pero con el flamenco solo quedo yo.
Allí empecé con un grupo, luego me trasladé a California junto con mi familia y continué en la compañía de José Greco. Tras ese tiempo me trasladé a Madrid y estuve viviendo allí 13 años, conocí a grandes mitos del flamenco como Camarón, Paco de Lucía, entre otros.
Durante mi época en España cuando más aprendí era después del trabajo, nos íbamos a cenar todos juntos y uno empezaba a cantar, otro a bailar, ahí no había espectadores no se hacía de cara a nadie, eso salía del alma.
¿Qué significa el flamenco para usted?
A parte de ser mi profesión, me ha dado una forma de poder expresarme. He podido viajar, conocer el mundo y hacer algo que me agrada. Amo enseñar y amo estudiar el flamenco, amo ser parte de este arte.
Es como tener un hijo, el mejor hijo que pueda tener es el flamenco. Es hijo, marido y padre a la vez.
Es una forma de vida también, si no se baila con sinceridad no se hace bien. El flamenco me obliga a ser sincera y a tener integridad.
¿Quiénes son sus grandes ídolos dentro del mundo del flamenco?
En el baile Manuela Carrasco, en el cante es Camarón y en la guitarra Paco Sepero.
¿Por qué eligió Toronto como residencia para establecer su compañía de baile y su escuela?
Vine por primera vez por trabajo para inaugurar un tablao, conocí a mi marido y aquí me quedé. No fue fácil establecer el flamenco, hace 30 años los canadienses lo conocían como algo folklórico y no como un arte.
En la actualidad tengo 130 alumnos, la mayoría mujeres pero los hombres están cada vez más interesados. Los estudiantes son de todas las nacionalidades, en el flamenco no hay fronteras.
¿Cómo ha reaccionado el público canadiense durante estos años, ahora entienden más el arte flamenco?
El público canadiense cuanto más tiempo pasa más entiende y más quieren entender.
En un principio el cante no lo aceptaban igual que el baile, hace 15 años me llamaban para un espectáculo pero me decían que al cantaor no lo querían. Ha sido una gran lucha hacerles entender que en un espectáculo de flamenco es importantísimo el cante, es un diálogo de sensibilidades entre el bailaor, el guitarrista y el cantaor, donde los tres se deben influir. La voz es principal, es la voz del alma, incluso más importante que el guitarrista.
¿Qué cualidades hay que tener para poder ser una buena bailaora de flamenco?
Requiere mucho estudio, lo que uno ve en un espectáculo es solo el 5% de lo que se hace en el estudio. A parte de la pasión, hay que tener mucho enfoque y desarrollar la habilidad a base de trabajo. Es un trabajo duro físicamente, mentalmente y emocionalmente. Uno se tiene que abrir, volcarse y dejar sus sentidos a flor de piel.
¿Cree que hay espacio para la innovación y la modernidad en el flamenco?
Durante estos 30 años he podido sobresalir gracias a la innovación. Uno tiene que cambiar e innovarse, el flamenco es un arte vivo y no algo que está encerrado en un museo.
Me gustaría renacer para poder empezar otra vez y seguir renovando.
Usted y su compañía están preparando un gran espectáculo para celebrar estos 30 años, ¿nos podría adelantar algo sobre lo que podremos ver?
Como tema tendremos el agua y la importancia de ese líquido sobre las personas y el mundo. El agua se representa en distintas formas, el mar, los ríos, el hielo, tomamos los sentimientos que nos inspiran esas distintas formas y los expresamos dejándonos llevar por nuestros ríos del cuerpo, la sangre.
Por último, ¿qué consejo le daría a alguien que quiere comenzar en el mundo del flamenco?
Le diría como me dijo una de mis profesoras más queridas, ten un buen enfoque, estudia mucho y sobre todo ser sincero contigo mismo para poder expresar en el escenario. Lo que te pase tienes que poder reconocerlo y expresarlo.
En la celebración del 30 aniversario también contaremos con la presencia especial de Juan Ogalla como bailaor, Manuel Soto y el Niño de Elche como cantaores, y el fabuloso José Valle “Chuscales” a la guitarra.
No se pierdas el espectáculo, será memorable y sentirá el embrujo flamenco.
Esmeralda Enrique Spanish Dance Company
Celebrating 30 Years!
Toronto Season/NextSteps Dance Series 11/12
April 19, 20, 21, 8:00 PM
April 22, 3:00 PM
Fleck Dance Theatre
207 Queens Quay West
Publicado: 16 de Marzo, 2012
Entrevista y escrito por: Elena Manzanares
