Tener la oportunidad de danzar con bailarines famosos y compartir la pista de baile con el maestro de tu artista favorito, es un sueño hecho realidad. El acompañamiento musical de excelencia del grupo salsero Moda Eterna, bajo la dirección de Luisito Orbegoso y la voz inigualable del puertorriqueño Willy Torres, trajo la salsa en todo su esplendor. El espectacular décimo Congreso de la Salsa de Toronto, se celebró con mucho éxito en los salones del Centro de Convenciones del Harbour Castle bajo la dinámica dirección de Jennifer Aucoin.
De esa forma, Toronto fue el escenario de las competencias de baile, más grandes de Canadá. Con la participación de maestros de baile de Colombia, Puerto Rico, Italia, México y Estados Unidos.
Directamente desde Nueva York, vino el artista invitado Willy Torres, nacido en Trujillo Alto, Puerto Rico, al que entrevistamos y nos contó sus comienzos como artista.
''A la temprana edad de cuatro años y junto a mi padre, quien fue un destacado percusionista y cantante, fui invitado a tocar congas en varias actividades comunitarias. A la edad de seis años, comencé a participar con la orquesta, como el niño de las congas. Mi mamá que también era cantante me apoyo. Una experiencia inolvidable, sin duda'', nos contó con mucho conocimiento, sin olvidar ningún detalle".
''En los 80 , mis padres inmigraron a Estados Unidos, al Bronx y estudié con grandes músicos como Ramón Azor, Freddy Kenton, Porfirio Morel y por supuesto mi abuelo Ramón Torres, quien me enseñó la manera correcta de desarrollar mis habilidades como músico, recordando mis raíces y el tipo de música que tenía que seleccionar”.
“En el 89 hice mi debut como solista en la Orquesta ‘Majestad’ y grabé un disco con el grupo salsa en el barrio (Salsa International) en 1995. Canté junto a Larry Harlow y Johnny Rey "Salsa Con Clase", Orquesta Cundiamor y grabé con Eddie Montalvo mi primer álbum (Songo Records, 1995). Tuve la oportunidad de explorar estilos de música y con la ayuda de mi tío Nelson establecerme como solista'', explicaba el artista.
Sobre los soneros y cantantes que admira nos comentó ''Respeto y admiro desde mi juventud al cantante Danny Rivera. De los soneros, tengo mucho aprecio por Justo Betancourt, Ismael Rivera, Pete "El Conde" Rodríguez, Rafael de Jesús, Hernán Olivera, Ismael Quintana, Adalberto Santiago, Frankie Vázquez, Ray de la Paz, Domingo Quiñones, Gilberto Santa Rosa, Victor Manuelle , Rey Ruiz y Néstor Sánchez. De las leyendas de la salsa está la banda de Larry Harlow, quien rompió records de asistencia en Nueva York y Puerto Rico. Además compartí el escenario con Johnny Rivera, Gilberto Santa Rosa, Domingo Quiñones, William Ruiz's Latin All Stars, Ray Sepulveda, Conjunto Clásico y Miles Peña… Tuve buenas oportunidades, y las aproveché lo mejor que pude.
En el 1993, Domingo Ramos, director musical de Frankie Ruiz, quería un cantante back up para Víctor Manuel a lo que no pude resistir de tomar la gran chance. Además hice algunas grabaciones con Wichy Camacho, Elías López y Cheo Feliciano.
Después de trabajar cinco años en Puerto Rico, regresé a Nueva York en 1998, para inaugurar mi propio estudio de grabación. Quería producir, enseñar y entrenar artistas. Te puedo mencionar algunos con quienes tuve la oportunidad de trabajar como Sergio George, Pablo "Chino" Núñez, William Ruiz, Ramón Rodríguez, Guillermo Calderón, Julito Alvarado, Osvaldo Pachaco, Omar Alfano, Luis Cabarcas, Mike Rivera, Edwin Sánchez, Paul Simón, Robby Rosa, entre otros, y artistas como Johnny Ray, Ray Sepúlveda, DLG, Huey Dunbar, George Lamond, Frankie Negrón, Van Lester, Junior González, Joe King, Luis Damon, Rey Ruiz, Ley Alejandro, Alexandre Pires, Ricardo Montaner, Ricky Martin, Chayanne, Carolina La O, Brenda K. Starr, entre otros.
En el 2003, Oscar Hernández, me llamó por teléfono y me propuso la oportunidad que esperaba, componer y cantar el tema 'Pueblo Latino', 'La Música Es Mi Vida' y otros temas junto a los soneros, Ray de la Paz y Frankie Vázquez.
Con mi compañía Niño's Recording Studios pude establecerme profesionalmente. Siempre hay espacio para aprender y y mejorar. Estar al nivel de mis maestros y mentores como Oscar Hernández y José Madera and Gil López.
En el 2004 trabajé cuatro años con Spanish Harlem Orchestra. Fui el productor del CD, 'Back On The Streets - A Taste Of Spanish Harlem Vol. 2' (Fania / Universal, 2008), en colaboracion con DJ Henry Knowles.
En una ocasión le comenté a Andrés Meneses, el fundador de Latin Street Dance studios y Latin Street Music, que mi interés era de grabar un grupo estilo como la orquesta Harlem, pero con menos músicos ya que era difícil de viajar con tantos músicos. En la primera canción me dijeron "Dude that is the sound".
Tocamos el hit de Joe Cuba "A Las Seis" y grabamos antes de que alguien cambiara de opinión con tracks mixed de Jake R. Tanner y Luis Damian Guells. El dj tocó "Yambeque" y en 20 segundos los bailarines de inmediato salieron a la pista de baile, confirmando que estábamos en el camino correcto, con Willy's NYC Salsa.
NYC Salsa Project's, es una mezcla de composiciones originales con clásicos de artistas como Joe Cuba Sextet's "A Las Seis", Héctor Lavoe "Rompe Saragüey", Puentes "Yambeque" y El Gran Combo "La Muerte" . Además de ofrecer un tributo a La Sonora Ponceña, Joe Cuba Sextet y Willie Colón.
Con mis propias composiciones
" Lo Que Traigo Yo” es mi proyecto favorito. La salsa dura nunca morirá, son parte de nuestra tradición. Algunos latinos prefieren el reggaetón, salsa monga, bachata, pero considero que toda la música tiene un lugar. Hay que conocer las raíces de nuestra música.
Otros proyectos que he podido realizar fue componer la música de Capeman de la Academy Of Music en 2008, gracias a Oscar Hernández una experiencia inolvidable. Los artistas, la música y la energía era mágica, no te puedo explicar. Amo mi música y mi sueño es ofrecerle al público buena salsa y que la disfruten”.
Estas fueron las palabras de un salsero con una trayectoria espectacular. Con una música y un ritmo que pusieron a todos a bailar en el evento salsero más importante de Toronto.
Publicado: 10 de octubre, 2012
Texto: Myrna Kahan