Una vez más destacó el Pabellón Latinoamericano en este festival, con lo mejor de nuestra herencia cultural.
Por Raúl Pinto
Setenta y dos países representados, trescientos mil visitantes y un objetivo: exhibir la cultura de cada nación, en arte, comida, artesanía y personas. Carassauga 2014, la edición número 29 del evento, dio nuevamente la oportunidad al Pabellón Latinoamericano de lucirse durante el pasado fin de semana. En esta ocasión, el pabellón, a cargo de Isabel Basalo durante seis años, pasó en esta oportunidad a manos de Isabel Cuellar, destacada organizadora del ahora conocido evento anual “Colombia en Mississauga”, y los coproductores del evento Diana Rivera y Edgar Martínez, de ACL Arte y Cultura Latinoamericana.
Isabel Cuellar dijo a Toronto Hispano que este evento fue decisivo para los organizadores pedirle que se hiciera a cargo de Carassagua. “La verdad yo creo que se dio por el trabajo de seis años que hemos hecho en Colombia en Mississauga, porque recibí la invitación y me pidieron que me hiciera cargo del Pabellón Latino. Y yo me siento feliz, sinceramente es un honor”.
Contenta además de tener a toda Latinoamérica identificada en este evento, que unió a todos los países en un criterio común: el idioma. “La verdad es que ellos (los organizadores) tienen muchos puntos de vista, y uno es la lengua, y la verdad es que yo considero que es por la minoría que somos. Pero yo me atrevería a decir que comunidades como Colombia, como México, y ahora Venezuela, que están muy bien para tener su propio pabellón representado.”
Cuellar además señaló no compartir la idea que los hispanos no somos lo suficientemente unidos, como se dice habitualmente. “No comparto ese criterio. De aquí a diez o quince años, los hispanos, los latinos, si tenemos más poder de convocatoria, si empezamos a involucrarnos más en la política en la comunidad, vamos a tener mucha representación.”
EL PÚBLICO, EL SHOW Y LOS STANDS
Juana, Yasmin, Teresa e Irene son venezolanas, y han invitado a Teresa, que está de visita en Canadá por primera vez con su esposo. Dicen “sentir de alguna manera el calor de su país” y cuando se anuncia en el evento que después del himno nacional Canadiense se entonara el himno de Venezuela (el país destacado durante este fin de semana,) ellas se levantan desde la primera fila donde se instalaron y cantan a todo pulmón, tal como uno se siente cada vez que recuerda su tierra a través de la canción nacional.
La inauguración contó con una de las mejores bandas de la historia de Carassauga: “Venezuela, Danza y Tambor,” con música y baile en vivo, con alrededor de una hora sin parar interpretando temas del folklor latinoamericano, acompañados de un ballet que mostró bailes típicos de Venezuela y Colombia (banderas incluidas,) y palabras de Isabel Cuellar.
Los stands, por otra parte, presentaban desde comidas como lechona rellena, helados con sabor tropical, empanadas, arepas y churros – uno de los favoritos del público - hasta comercio, servicios y productos de compañías hispanas, aglomeradas armoniosamente en el Carmen Corbasson Community Centre, muy cerca del Lago Ontario.
Tal como las fiestas patrias de cada país, Carassauga y el Pabellón Latinoamericano son esperados cada año por hispanos felices de compartir en este pedacito de “la tierra de uno,” como se acostumbra a decir por estos lugares.